Hubo una época en la que las hadas eran armas.
En un mundo en el que las hadas poseen y residen en animales, proporcionándoles poderes especiales, si se les extrae los órganos para implantárselos a un humano éstos pueden invocar parcialmente a las hadas y usarlas como armas. Estos humanos son conocidos como «Soldados Hada». Tras un largo conflicto bélico, estos soldados perdieron su propósito y tuvieron que reinsertarse en la sociedad.
Nueve años después del fin de la guerra Maria, una nueva recluta en la organización Dorothea, se dedicada a investigar y contrarrestar crímenes relacionados con hadas. Aun en tiempo de paz, la inestabilidad de la guerra todavía afecta al gobierno. Muchos criminales cargan con heridas de la guerra y los grupos terroristas buscan venganza por los actos de entonces.